El regreso a la oficina: ¡Sorpresas inesperadas!

Tenía como dos semanas sin ir a la oficina. Entre proyectos, visitas a clientes y un par de madrugadas complicadas, simplemente no había tenido tiempo de pasar. Pero hoy, finalmente, me presenté… y lo que me encontré fue algo que no esperaba.

Lo primero que noté: me falta un monitor. “Bueno, será que lo prestaron para algo urgente”, pensé. Pero al acercarme, vi que también se llevaron mi computadora. Mi fiel desktop HP con su i5 8500, que me había acompañado durante años, ya no estaba.

En su lugar, me dejaron un MiniPC con un Ryzen 9 7940HS, 32 GB de RAM y mi antiguo disco duro. Sí, todo esto compacto, moderno y, seguramente, mucho más potente que lo que tenía antes. Pero... ¿dónde está el respeto a mi estación de trabajo clásica?

Ahora bien, con ese procesador, me da curiosidad si este MiniPC corre Horizon Zero Dawn a 1080p con calidad máxima. Por pura curiosidad profesional, claro… porque no todo en la vida es trabajo, ¿verdad?

A pesar del cambio (y del sarcasmo), no puedo evitar preguntarme: ¿quién planeó esto? Estoy seguro de que hay complot. Administración, mi mujer y algún socio probablemente se aliaron para hacerme esta “actualización”.

Eso sí, ya que estaban, ¿qué les costaba limpiar un poco ese rincón oscuro y caótico donde dejaron todo? Pero bueno, así son las sorpresas al regresar a la oficina.

(Nota: probar la potencia del MiniPC después del trabajo. Hay prioridades.)